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Día de la Mujer muchos hombres intentarán agasajar a las féminas, y para esto les dejamos algunos poemas para que puedan ser un poco romántico al momento de acortejar.
El 8 de marzo envía tus mejores deseos para las mujeres más importantes de tu vida, y qué mejor que a través de los mejores poemas de grandes y reconocidos escritores.
En las siguientes líneas podrás encontrar algunos destacados poemas que fueron escogidos para esta fecha tan importante como es el Dia de la Mujer.
Pablo NerudaCuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
Día de la Mujer muchos hombres intentarán agasajar a las féminas, y para esto les dejamos algunos poemas para que puedan ser un poco romántico al momento de acortejar.
El 8 de marzo envía tus mejores deseos para las mujeres más importantes de tu vida, y qué mejor que a través de los mejores poemas de grandes y reconocidos escritores.
En las siguientes líneas podrás encontrar algunos destacados poemas que fueron escogidos para esta fecha tan importante como es el Dia de la Mujer.
Pablo NerudaCuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
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