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Los ojos son el espejo del alma y pueden convertirse en los mejores indicadores de nuestra edad, nuestros estados de ánimo y diferentes enfermedades. Vamos a hablar de 10 curiosidades de los ojos que los convierten en un órgano excelente.
Los ojos son unos de los órganos más peculiares del cuerpo humano. Son
capaces de mostrar emociones, de ofrecer una visión clara de lo que
rodea al ser humano, de evidenciar enfermedades del resto del cuerpo o de indicar la energía que habita en el cerebro. Por todo ello, vamos a repasar algunas de las curiosidades de los ojos que, seguramente desconocías
Una de las emociones más sencillas de representar es el miedo. Basta con
abrir profundamente los ojos. Es algo que ante un peligro expande
nuestra visión periférica y a la vez avisa a los demás de que algo raro
sucede.
Pero no sólo la expresión de los ojos es la que transmite las emociones. Determinados sentimientos ocasionan que la pupila se dilate, siendo un identificador más de emociones del sujeto.
Pero no siempre se parpadea de la misma manera. La frecuencia se ajusta a la actividad que estamos desarrollando. Así, cuando hacemos de interlocutor parpadeamos unas 22 veces por minuto, cuando leemos entre 15 y 20 y cuando estamos concentrados cara al ordenador se reduce a unas 5 veces por minuto. De ahí que pueda producir fatiga visual.
Las pupilas se dilatan cuando se está llevando a cabo una intensa actividad cerebral como por ejemplo, en la resolución de un problema.
Se cree que Vincent Van Gogh padecía xantopsia por la predominancia del
color amarillo y violeta de sus obras. Esto quiere decir que él veía la
realidad de esta manera.
Precisamente, las obras de famoso autor Vincent Van Gogh se caracterizan por el predominio de colores amarillos y violetas y se piensa que padecía xantopsia. Esto, se atribuye a una posible intoxicación debido a una medicación para sus problemas mentales y a que era asiduo bebedor.
Representación del sistema visual central donde las imágenes se perciben a través de los ojos y llegan hasta la corteza visual donde se “interpretan”.
Debido a extrañas malformaciones congénitas, se puede dar el caso de aparición de un único ojo.
Otros problemas como son la presbicia (vista cansada) o las cataratas también están muy asociadas al envejecimiento.
Los ojos son el espejo del alma y pueden convertirse en los mejores indicadores de nuestra edad, nuestros estados de ánimo y diferentes enfermedades. Vamos a hablar de 10 curiosidades de los ojos que los convierten en un órgano excelente.
Los ojos transmiten emociones
Los ojos, en conjunto (cejas, párpados y globo ocular), son capaces de mostrar el estado de ánimo y las emociones de cualquier persona. Siempre se ha dicho que “los ojos son el espejo del alma” y lo cierto que se trata de una afirmación bastante cercana a la realidad. Tanto es así que el uso de gafas de sol oscuras llega a evitar que nuestro interlocutor sea capaz de leer las emociones que mostramos en una mirada. ¿Recordáis las mesas de póker de las películas? Todos con este tipo de gafas para ocultar el semblante al máximo y que los oponentes no tengan pistas sobre la jugada.
Pero no sólo la expresión de los ojos es la que transmite las emociones. Determinados sentimientos ocasionan que la pupila se dilate, siendo un identificador más de emociones del sujeto.
Invertimos unos 50 minutos diarios en parpadear
Parpadear es una acción necesaria para que el ojo esté debidamente humedecido. Cada uno de estos parpadeos sistemáticos duran unos 300 milisegundos. Teniendo en cuenta que parpadeamos una media de 12 veces por minuto, eso supone unas 11520 veces al día (suponiendo que pasamos 16 horas despiertos) y unos 50 minutos los que mantenemos los ojos cerrados durante un día completo. La curiosidad radica en el enmascaramiento sacádico, es decir, lo que nuestro cerebro percibe al parpadear. Lo cierto es que el cerebro interpreta todas las imágenes de nuestra visión, pero durante esos milisegundos que dura el parpadeo, no registra nada. Así que durante 40 minutos al día podría decirse que estamos ciegos.
Pero no siempre se parpadea de la misma manera. La frecuencia se ajusta a la actividad que estamos desarrollando. Así, cuando hacemos de interlocutor parpadeamos unas 22 veces por minuto, cuando leemos entre 15 y 20 y cuando estamos concentrados cara al ordenador se reduce a unas 5 veces por minuto. De ahí que pueda producir fatiga visual.
Indicadores de actividad cognitiva
La dilatación de las pupilas puede convertirse en el mejor indicador de la actividad cerebral. Según varios estudios científicos, las pupilas se dilatan mucho más cuando estamos ante una resolución de problemas muy complicada. Y ante un accidente, se verifica la dilatación pupilar como síntoma de un posible daño cerebral.
Las pupilas se dilatan cuando se está llevando a cabo una intensa actividad cerebral como por ejemplo, en la resolución de un problema.
Cosmética pupilar medieval
Antaño se recurría a técnicas de dilatación de las pupilas mediante algún tipo de sustancia como la belladona porque se entendía que de esta forma la belleza de la persona aumentaba. De hecho, los cánones estéticos medievales exigían que las pupilas se vieran mucho más grandes y el brillo de los ojos (splendor oculorum) era un elemento fundamental. Hoy en día recurrimos al uso de cosméticos que nos permiten agrandar y rasgar los ojos, para crear efectos y sensaciones estéticas diferentes.
La xantopsia
Una de las patologías oculares más extrañas es la conocida como Xantopsia. Lo cierto es que se trata de un signo claro de enfermedad del hígado. Nuestros ojos transmiten las imágenes al cerebro y en ellas vemos en tonos amarillentos aquello en lo que predominan los tonos claros y los oscuros se perciben violetas. Ante una situación de este tipo es imprescindible visitar al oftalmólogo para que pueda diagnosticar la enfermedad.
Precisamente, las obras de famoso autor Vincent Van Gogh se caracterizan por el predominio de colores amarillos y violetas y se piensa que padecía xantopsia. Esto, se atribuye a una posible intoxicación debido a una medicación para sus problemas mentales y a que era asiduo bebedor.
Los ojos, por diseño, no ven
Es cierto, nuestros ojos por si solos son incapaces de ver. Son receptores de luz y generadores de información en forma de impulsos eléctricos neuronales. Es decir, la luz llega al ojo y es allí donde se “trata” para que llegue nítida a la retina y pueda convertirse en un impulso neuronal. Este impulso finalmente llegará al cerebro y allí se transformará en imágenes. Es decir, es el cerebro el que interpreta la información y VE.
Representación del sistema visual central donde las imágenes se perciben a través de los ojos y llegan hasta la corteza visual donde se “interpretan”.
Ojos cíclopes
Los ojos no sólo pueden funcionar mal, sino que pueden aparecer en lugares inadecuados debido a malformaciones. Es el caso de los cíclopes u holoprosencefálicos. Gracias a, por ejemplo, una gigantesca documentación de humanos con malformaciones reunida entre los siglos XVIII y XIX por Willem Vrolik, tenemos acceso a algunos de estos casos.
Los ojos son testigos veraces de la edad
Un estudio desarrollado por Andrew Gallager, de Kodak, ha ofrecido resultados impresionantes sobre los clásicos ojos rojos de las fotografías y la edad de las personas. Cuando la edad aumenta, los músculos de los ojos se van debilitando, impidiendo que las pupilas se dilaten rápidamente durante el uso del flash y esto hace que aparezca el efecto de ojos rojos con menos frecuencia.Otros problemas como son la presbicia (vista cansada) o las cataratas también están muy asociadas al envejecimiento.
Los ojos son uno de los órganos donde antes se evidencia el paso de la edad.
Las lágrimas de cocodrilo
Cuando alguien llora sin emoción ni sentimiento se dice que tiene lágrimas de cocodrilo. Esto es así porque los cocodrilos lloraban para mantener humectados sus ojos. Algo muy importante, en este sentido, es que el contenido químico de las lágrimas varía en función del origen y de las mismas.
Los cocodrilos lloran cuando devoran a sus presas. Antaño se pensaba que
era de pena pero hoy en día la ciencia nos demuestra que nos son
lágrimas emocionales sino humectantes.
Acromatopsia, la vida en blanco y negro
La acromatopsia o visión en blanco y negro es una patología genética que afecta a una de cada 30.000 personas en el mundo. En Micronesia hay dos islas diminutas que, curiosamente, albergan un alto porcentaje de población con esta enfermedad. Entre las curiosidades de los ojos de las personas afectas de acromatopsia se puede destacar la capacidad para ver debajo del agua.
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